Siento decírtelo, pero los fantasmas existen y tú eres uno de ellos

Si te paseas por internet sin que nadie te vea, te escuche y ni siquiera te mire, ¿qué tipo de ser fantástico eres?, ¿el hombre invisible?… ¿Casper?

O, quizás, seas como la niña de la curva, que solo aparece de vez en cuando para asustar a los usuarios, que salen tarifando y no quieren volver a verte.

Mal asunto.

Porque ni por lo más remoto pensaste que después de lanzar tu web y de hacer tus primeros pinitos con el blog, te iba a pasar lo que te está pasando.

Es decir, que tus artículos no los lee ni el Tato (que, por si no lo sabías, era un torero).

Y ahí está tu web con tus fotos de “míralo, qué tío más majo, qué naturalidad, qué pose”, con sus gráficos, sus colorines, sus florituras, símbolos, flechitas, estrellitas…

¡Ah!, y no nos olvidemos de los textos. ¡Qué quebraderos de cabeza! ¿Cuántas veces los cambiaste? ¿Unas 100? Pero bueno, al fin y al cabo, los textos de la web ahí se quedan y solo se modifican o retocan de vez en cuando.

Así que el mayor problema se presenta…

¡Con el blog!

Sí, porque el blog es el Furby cabroncete que te está pidiendo continuamente que le des de comer.

Aunque, paradójicamente, si no está bien alimentado, el que se va a morir de hambre eres tú.

He dicho bien alimentado, es decir, que no sirve cualquier contenido por muy abundante, profundo, interesante, original, elegante, musical o entretenido que pueda resultar.

¡Ojo!, que no estoy diciendo que todo eso sea importante.

Lo que trato de explicarte es que si tus artículos del blog no tienen la estrategia SEO adecuada, da igual que sean espectaculares, porque tu amigo Google te la jugará y te ninguneará.

De hecho, intuyo que ya te la está jugando desde hace tiempo (y, como diría Julio Iglesias señalándote con el dedo, lo sabes). 

Mira, esto es como cuando el jefe de un pequeño negocio celebra su 60 cumpleaños con sus empleados y les invita a cenar. 

Llega la hora de los regalos. 

El pelotilla ha conseguido el regalo que le catapultará a lo más alto de la pirámide jerárquica de la empresa. 

Le ha costado semanas encontrarlo. 

Pero sabe que el jefe es un pirado de los soldaditos de plomo y las chorradas infantiloides-militares coleccionables, así que va a alucinar cuando descubra el casco prusiano de principios del siglo XX con certificado de autenticidad y todo.

Espera su momento de gloria delante de todo el personal, pero el jefe, cuando le da el regalo, le dice: ya lo abriré en casa.

Oh. 

Qué chasco.

Bien, pues así de despiadado es Google.

Da igual que tu contenido sea excelente, porque si no hay algo que le induzca a explorarlo y posicionarlo, te quedas con la misma cara de bobo que el pelotilla.

Así que hay que hacerse la gran pregunta…

Mami, ¡qué será lo que quiere Google!

Bien, ya habrá tiempo de contestar a eso.

 

Porque, de momento, lo que tenemos claro es que Google te ignora.

 

Por eso es interesante saber qué es lo que la mayoría de la gente (incluido tú) hace para intentar seducir, sin éxito, a este tipo tan indolente (más que nada, para saber qué es lo que no hay que hacer):

 

↠ Como existe la creencia generalizada de que lo suyo es crear muchos contenidos, ¡hala, a escribir artículos como si no hubiera un mañana! (y a mover la colita, ¿por qué no?, va a dar lo mismo…).

 

↠ Y claro, como la estrategia brilla por su ausencia, a medida que creas más contenidos, se te agotan las ideas. Exprimir demasiado las meninges no es bueno ni sano, porque los posts empiezan a soltar cierto tufillo a ya no sé ni qué contarte, colega.

 

↠ Vale, te has quedado seco de ideas, pero tu blog está plagado de contenidos, así que nada puede salir mal. Sin embargo… ¿Dónde está tu web cuando buscas en Google? Comienza la desesperación y la palabra posicionamiento te provoca urticaria severa, así que…

 

↠ Se acabó perder tanto tiempo en contenidos porque no hay ni rastro del tráfico orgánico (giro que también te empieza a irritar más que Epi a Blas), así que la solución más socorrida (y habitual) es recurrir a la publicidad de pago.

 

↠ Y cuando eso tampoco funciona, decides contratar a redactores, pero al final resulta que no saben posicionar los artículos ni comunicar bien tu mensaje. Vamos, que tras meses pagando por un servicio que se suponía que iba a ser la panacea, estás igual que al principio (aunque con menos dinero en el bolsillo).

Hoy en día el 95% de las páginas web fracasan antes de cumplir el primer año.

Claro, es que las cosas ya no son como hace 15 años, cuando no había tanta competencia. En esa época era relativamente fácil lograr un buen posicionamiento porque Google tenía muchos menos pretendientes.

¿Y qué pasa ahora?

Pues que el buscador se comporta como la típica chica despampanante y caprichosa a la que le salen un montón de novios y los pone a prueba para ver cuál es el que más le gusta.

Así que hay que penetrar en la mente de ese pibón y descifrar sus procesos mentales para hacer aquello que más le seduce y más le cautiva. 

Y eso se hace, entre otras cosas, con palabras. Concretamente con palabras clave (keywords), que cuando están bien dispuestas y en la cantidad adecuada en el texto de cualquier artículo, Google comienza a bajar la guardia y a no mostrarse tan altivo e inaccesible.

Eso es lo que quiere Google: que le dores la píldora con palabras.

Bueno, ya te he dicho que eres invisible y que Google no te quiere, pero yo no soy de los que sueltan la caquita y se esfuman. Por eso, voy a ayudarte a resolver el problema.

Tú eres invisible, y yo transparente, así que vamos a hacer cosas nunca vistas

Bueno, esto parece un chiste (de hecho, lo es), pero, aún así, me parece una buena forma de ilustrar el momento preciso en que tú y yo nos encontramos.

Así que como soy el transparente, voy a comenzar siendo franco: lo tuyo tiene remedio.

Y ese remedio pasa por alcanzar una mayor visibilidad de tu blog.

¿Qué cómo se consigue eso?

Fácil.

Convirtiendo tu blog en el activo más importante de tu negocio.

Y luego, ¿qué?

Pues luego tendrás más audiencia y, por lo tanto, más clientes y más ingresos.

Lo que hagas con tu pasta ya no es cosa mía, pero seguro que añoras tener más tiempo libre y emplearlo en disfrutar de los tuyos y de tus aficiones sin tener que preocuparte tanto de tu facturación.

Ya, pero es que yo no tengo tiempo de estar continuamente alimentando el blog y en investigar cómo pueden posicionar bien mis posts.

Vale, no te pongas dramático.

Mira, a mí me da igual que lleves publicando artículos desde hace 10 años, que tu blog lleve inactivo desde el Pleistoceno o que acabes de lanzar tu sitio web y quieras empezar con buen pie.

Tiene remedio, ya te lo he dicho.

Porque sé llevarme al huerto a Google (lo he hecho ya muchas veces), conozco su algoritmo y todas sus preferencias.

Y no solo puedo desvelar los entresijos de tu web para buscar (y encontrar) lo que no funciona y resolverlo.

Sino que, además, puedo crear para ti un calendario editorial con indicaciones precisas y efectivas sobre cómo, cuándo y de qué forma redactar tus posts.

¡Ah!, que tampoco tienes tiempo para eso…

Tranquilo, también me dedico a la redacción SEO y yo puedo escribir tus artículos por ti.

Vale, vale, sé que he ido un poco deprisa y que ahora mismo tu entusiasmo desbordado te impide ver las cosas con claridad, así que voy a explicarte todo esto más detalladamente.

Puedo hacer muchas cosas por ti, pero, sobre todo, tres

Auditar tu web, crear tu calendario editorial y redactar los posts que necesitas para disparar el posicionamiento de tu negocio digital.

Auditoría SEO

El objeto de este servicio es indagar sobre la salud SEO de tu web.

Para ello es necesario realizar pruebas diagnósticas que revelen el estado de la arquitectura de la información del sitio.

Y es vital que dicha información sea clara, esté optimizada para buscadores (o sea, para Google) y no haya errores importantes (404) ni secundarios (como el famoso 301).

Después de la inspección de taquillas de tu sitio web te entregaré un informe exhaustivo en el que, además de facilitarte un diagnóstico preciso, te indicaré cuáles son las recomendaciones para arreglar todo aquello que chirríe en la maquinaria de tu presencia digital en la red y te está restando posiciones.

Y no te preocupes, porque aunque de la auditoría salga más caquita de la que sueles encontrar en el móvil de tus hijos, todo es subsanable.

Vale, pero ¿quién se encarga de bajar al barro y resolver los errores técnicos y estructurales de mi web? ¡Yo ni sé ni tengo tiempo para esto!

Pues me lo dices y lo hago yo.

Calendario editorial

Bueno, este servicio también cuenta con una parte de auditoría, porque para poder crear tu calendario editorial, previamente tendré que analizar los posts que has publicado hasta ahora. Eso incluye un análisis del posicionamiento en buscadores (Google Search y Ahrefs) y, también, las webs de la competencia (a ver si piensas que solo voy a meter las narices en tus cosas). Una vez que tenga todo muy clarito, elaboraré un calendario editorial… ¡Qué digo!, elaboraré TU calendario editorial (que puede ser para los próximos 6, 9 o 12 meses). Ese calendario personalizado contendrá tanto la fecha en que ha de publicarse, como la keyword principal, el slug y el título sugerido. De este modo tendrás claridad sobre cuándo debes publicar, qué temática abordar y qué palabras utilizar para que tus artículos te ayuden a lograr la pole position.

Redacción SEO

Si quieres olvidarte de la redacción de artículos al menos durante una temporada, esta es tu mejor opción.

Es decir, yo puedo redactar los posts de tu blog.

Sí, has leído bien; yo lo hago por ti.

Y, por supuesto, no de cualquier forma (¿aún no sabes con quién estás tratando?).

Porque redactaré para tu negocio posts optimizados para SEO.

¿Cómo lo hago?

  • Analizo las palabras clave.
  • Redacto los artículos.
  • Aporto la información de los metadatos (metatítulo y metadescripción).
  • Me encargo de la imagen de cabecera.
  • Indexo el contenido en Google Search Console.

Incluso, dependiendo del número de artículos que necesites, puedo hacer la maquetación en WordPress.

Es decir, que puedo entregarte el material y tú lo subes a WordPress o dejas que sea yo quien lo haga: incluyendo la imagen destacada, el enlazado interno con otros posts, elementos tipográficos del texto, elementos visuales (imágenes, infografías o vídeos) y la programación del artículo.

¿Y eso es todo?

Si eso fuera todo, podría darse el caso de que los artículos posicionen bien, pero resultar un tostón infumable para los lectores.

Y cuando hablamos de artículos, no solo hay que aparentar ser bueno; también hay que serlo.

En otras palabras, de nada te servirá posicionar bien tus contenidos si luego quien acceda a ellos no los lee o no termina de leerlos porque son un rollo macabeo.

Así que como es tan importante el continente como el contenido, en mis artículos encontrarás una estructura concienzudamente diseñada, una redacción cuidada y un tratamiento de la temática principal ameno y entretenido.

Resultado: Google te hace ojitos y tus usuarios no pueden parar de leer.

¿Quién soy yo para que dejes en mis manos el posicionamiento de tu blog?

Buena pregunta, chaval.

Me llamo Pablo (esto imagino que ya lo sabías) y soy redactor SEO (esto también lo has intuido), lo que se traduce en que ayudo a profesionales online a generar visibilidad para vender más.

Y si te estás preguntando por qué deberías fiarte de mí, déjame decirte que en los últimos años he sido el encargado de mejorar el posicionamiento de blogs tan potentes como el de Agustín Grau, Arturo García o Franck Scipion.

Además, he colaborado con Raiola Networks, Omar de la Fuente y José Antonio Carreño (entre otros).

A todos ellos les he ayudado a aumentar su tráfico web y su facturación. Y si he podido lograrlo con estos gigantes (aparte de hacerlo con otros muchos blogs de negocios con los que he trabajado), también podré con el tuyo.

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Ahora viene la pregunta del millón: ¿cuánto cuesta trabajar conmigo?

Pues depende. ¿De qué? De qué necesites.

Así que para saber qué opción encaja mejor contigo y conocer con más detalle cómo puedo ayudarte, escríbeme y te doy una respuesta que se ajuste a ti.

Preguntas que aún no me has hecho pero que seguramente estás pensando

Pues depende. ¿De qué? De qué necesites.

Así que para saber qué opción encaja mejor contigo y conocer con más detalle cómo puedo ayudarte, escríbeme y te doy una respuesta que se ajuste a ti.

Claro que sí. De hecho, trabajar los contenidos que ya están publicados es parte del trabajo necesario para mejorar el posicionamiento.

Procuro elaborar el calendario editorial con contenidos “evergreen”, es decir que no caducan, ni se quedan anticuados. Ahora bien, esta opción es algo que puede pasar. En este caso, actualizamos el calendario o damos un aire nuevo al post para que no huela a naftalina.

No. Zapatero a tus zapatos. Mi especialidad es la redacción SEO y el posicionamiento. La difusión no está incluida en mis servicios. 

100% por adelantado en todos los casos. ¿Por qué? Por un doble motivo. Primero, porque me permite trabajar más tranquilo. Segundo, porque la experiencia me dice que de este modo el cliente se toma el trabajo más en serio.

El posicionamiento web es una carrera de fondo. Hay que currárselo y tener paciencia. Así que si eres de los que busca pegar el pelotazo y esperas estar en la primera página de Google en 7 días, déjame decirte que aún no has entendido de qué va la película. Ten claro que mis servicios no incluyen pócimas mágicas ni resultados instantáneos.

Casi todos. No me siento cómodo con sectores como derecho, ni videntes, tarotistas y cosas por el estilo.

Lo demás es bienvenido y me muevo como pez en el agua.

¿Todo claro y listo para dar un buen meneo al tráfico de tu blog?

Entonces solo queda un paso: conocernos un poco más y ver cómo puedo ayudarte a conseguir más visitas (y más ventas).